CHOKING GAME O JUEGO DE LA ASFIXIA

Hay un una juego muy peligroso entre los adolescentes y jovenes mayores que está cobrando vidas, es el choking game o juego de la asfixia. Esta práctica se realiza con dos o más personas, y consiste en apretarse el cuello por sí mismo o con la ayuda de otro, con las manos, un lazo, una sábana o cinturón, cortando el oxígeno que va al cerebro, y así experimentar una sensación de adormecimiento y calma. Este juego recibe varios nombres, de acuerdo al idioma, país o cultura, por ello es denominado también juego del sueño, juego del apagón, juego de contener el aliento, juego del desmayo, entre otros

Con este juego loco y peligroso los jóvenes pretenden vivir una experiencia nueva, un momento de euforia, estar "in" o en la "honda del momento" y esto es lo que ocuerre con los jóvenes, cuando al querer vivir nuevas experiencias, nuevas sensaciones, no miden las consecuencias de sus actos. Al apretarse el cuello presionan la arteria carótida y el nervio vago, ocasionando hipoxia cerebral o poco oxigeno al cerebro; esto a su vez  trae como consecuencia daños cerebrales, hemorragias en los ojos, convulsiones, daños corporales por los golpes que la persona se provoca en su estado de inconciencia. 

No hay cifras precisas del número de muertes en Estados Unidos y otros países, se sabe que en los Estados Unidos murieron 82 jóvenes por esta práctica desde 1995 hasta el 2010 y que la primera muerte que se registro fue en 1995. Hoy con el avance y el auge de Internet, este mal está tocando a muchos jóvenes a través de este medio, y personas jóvenes o adultas invitan a mentes frágiles a un divertido juego transmitido por la red, sin saber muchos que están entrando en una ola de muerte.

Cuidado adolescente, cuidado jóven, y padres estén más pendientes del cuidado de sus hijos, moretones en el cueño, derrames en los ojos, mantas o lazos amarrados a la cama, cinturones o corbatas guindadas o tiradas en el piso, son las pistas de que su hijo está en esta práctica.

 

Con estos hechos comprobamos la necedad pegada, ligada al corazón del joven, y solo la corrección sabia y prudente de nuestros padres, profesores, y de nuestros superiores pueden ayudarnos a conducirnos por un caminio seguro, en el que expresemos nuestra juventud, pero no siendo absorvidos por moviemientos, corrientes, tendencias o prácticas vanas y con lamentables consecuencias como ésta.